viernes, 2 de septiembre de 2011

Ecos de la guerra contra el narcotráfico


Iniciar una guerra contra un enemigo que desconoces nunca será una decisión acertada, y menos si no sabes hasta donde está infiltrado entre los tuyos.

Después, hablar de daños colaterales mínimos en función del volumen de operaciones realizadas -y considerar estas como inevitables- es tener la frialdad del que no lo siente en carne propia y por eso no le importan las victimas inocentes.

En días pasados, se publico en el diario “EL UNIVERSAL” de la ciudad de México, D.F. una historia que cuenta los efectos de estar en el momento equivocado, en el lugar equivocado y en una guerra que no es la suya:

 “Trato de reponerme a la tragedia”

Édgar Avena nació en Culiacán y estudió licenciatura en Informática. Es padre de un pequeño que recién cumplió tres años. El 4 de agosto de 2010 fue herido con ráfagas de bala en Mazatlán, Sinaloa, por hombres a bordo de una camioneta Murano

(Foto: RAMÓN ROMERO EL UNIVERSAL )

Hace un año, Édgar, un sinaloense de 27 años y sonrisa franca, irradiaba vigor en cada movimiento; tenía un proyecto de vida. Una ráfaga de balas y una serie de trabas burocráticas cambiaron el rumbo de su destino. Ahora, con una prótesis en la pierna izquierda y el pánico que lo oprime cuando se desplaza por las calles, busca reincorporarse a su actividad en sociedad.

Los efectos de la alabanza



La alabanza causa efectos diferentes,
según la mente con la que se tope:
hace modesto al hombre sabio,
pero mas arrogante al tonto.
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