Parecería que la readaptación de un preso de alta peligrosidad es casi imposible, en nuestro país, sobre todo porque como hemos visto los sistemas penitenciarios están permeados por la corrupción y lejos de propiciar la inserción social están encaminados, simplemente castigar la conducta delictiva.
Esta historia del Pastor Pedro Martín Núñez, quien sus circunstancias lo orillaron a convertirse en asesino, pero cambio el rumbo de su destino.