Sir Winston Churchill era tan apreciada por sus habilidades
como orador y estadista que fue elegido como la mejor persona de Gran Bretaña
por la BBC en 2002.
No hay duda de que sus escritos y discursos son de una clase
muy por encima de casi todos los demás escritores -inclusive modernos- de
discursos en inglés. Y todos estamos familiarizados con al menos uno o dos de
sus citas famosas.
Pero lo que mucha gente no sabe es que él también tenía su
lado oscuro.
La mejor manera de ilustrar esto es dejar que el hombre
hable por sí mismo:
"No admito... que la gran injusticia que se ha hecho contra los indios de América, o los negros de Australia... tan solo por el hecho de que una raza más fuerte, de grado superior... ha venido a quitarlos de su lugar."
Lo dijo en Palestina cuando andaba en una Comisión Real en
1937.
En otra ocasión, mientras presidía el Consejo del Aire,
comento:
"Yo no entiendo la aprensión sobre el uso del gas venenoso. Estoy totalmente a favor de su uso contra tribus incivilizadas"
Pero la mas descarada manifestación de su racismo la
escribió en febrero de 1920 en el Herald Illustrated en un articulo que tituló
'El Sionismo contra el Bolchevismo":
"En primer lugar están los Judíos que, habitando en todos los países del mundo, se identifican con ese país, entran en su vida nacional, y, mientras se adhieren fielmente a su propia religión, se consideran como ciudadanos con todos los derechos del Estado que los ha recibido.... En violenta oposición a toda esta esfera del esfuerzo Judío se alzan los esquemas de los Judíos Internacionales. Los adherentes de esta siniestra confederación son en su mayoría hombres criados en poblaciones infelices de países donde los Julios son perseguidos a causa de su raza. La mayoría de ellos -si no todos- han abandonado la fe de sus padres.... Esta conspiración a nivel mundial para el derrocamiento de la civilización ... no ha dejado de crecer"
