Cuando
se pone uno ebrio, el último que lo sabe –aunque nunca lo reconozcamos- es uno
mismo.
Aflora
lo graciosos, lo simpático, lo inteligente, lo guapo, lo valiente…., pero se
ausenta el equilibrio, la congruencia, el razonamiento y … la dicción.
Curiosamente
como que la lengua se vuelve al revés y pronunciar algunas palabras es difícil.
Tal es el caso de:
- Innovativo
- Preliminar
- Proliferación
-
Cilantro
Pero
eso no es todo, hay otras palabras que son MUY difíciles de decir cuando estás
uno ebrio:
- Específicamente
-
Constitucional
-
Disociación
-
Transubstancial
Si
bien hay palabras difíciles y MUY difíciles de pronunciar, es bueno saber que
hay otras que son IMPOSIBLES de decir cuando se está alcoholizado:
- No
quiero acostarme contigo.
- No,
gracias, ya no quiero beber más.
- Lo
siento, pero tú no eres mi tipo.
- Si,
Sr. Agente, me tomé hasta al cantinero.
- No
quiero pelearme contigo.
- Oh
no, nadie me quiere oír cantar.
- Gracias,
pero no tengo coordinación para bailar.
- Ya
me voy, tengo que madrugar para ir a trabajar.
-
Es casada/o no debo insinuármele.